8 de febrero de 2015

Croquetas de gambas y espinacas


Este delicioso bocado no puede fallar en tu mesa para cualquier ocasión especial.

Los ingredientes son los siguientes:

  • Cebolla picada

  • Harina

  • Leche

  • Hierbas aromáticas al gusto

  • Pimentón ahumado de La Vera

  • Chorrito de nata

  • Sal

  • Aceite de oliva

  • Espinacas

  • Gambas peladas 

Aquí se trata de ser cocineros, por esa razón no doy las cantidades de los diferentes ingredientes, cada uno que vea y considere las cantidades oportunas.

 

Empezamos cortando la cebolla muy picadita y con un chorrito de aceite de oliva se fríe a fuego lento en una sartén hasta que vaya dorando y "pochando", añadirle una pizca de sal.

Una vez que la cebolla coja el punto deseado, echar la harina y cocinarla sin dejar de darle vueltas con una varilla. Añadir las hierbas aromáticas al gusto, a la vez empezamos a echarle la leche en cantidades pequeñas y poco a poco, sin dejar de remover.


Aquí la paciencia juega un papel importante: mientras más se remueva la bechamel, más cremosa y suave saldrá después. Seguiremos añadiendo leche y removiendo hasta lograr una masa compacta, suave y ligera. Entonces, será el momento de añadir un chorrito de nata para lograr esa cremosidad a la hora de comerlas.

A continuación, colocar en un cazo un poco de agua a hervir. Bajar el fuego e introducir las espinacas sin cortar, 2 ó 3 minutos. Sacarlas y dejar escurrir. Seguidamente, se cortan finamente y se añaden a la bechamel.


 

 

Trocear las gambas a un tamaño mediano, previamente se han pelado, que se noten los tropezones a la hora de comerlas. Añadirlas como hicimos con las espinacas.

A continuación, mezclar todo, añadiéndole en este momento una pizca de pimentón ahumado. Colocar en una fuente la masa bechamel bien repartida, tapar y envolver con film transparente como aparece en la foto. 

Terminamos introduciendo la bandeja en la nevera hasta el día siguiente.


Cuando vayas a hacer las croquetas, dales la forma que más te guste. Las pasas por harina, huevo batido y pan rayado. En una sartén, con abundante aceite de girasol, las fríes.

¡Te aseguro que saldrán muy buenas!


 

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